¿Por qué Dios nos dio tiempo?

Од страна на Alan Paul, New Christian Bible Study Staff (машина преведена во Español)
     
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¿Por qué Dios nos dio tiempo?

  • Para que podamos esforzarnos por hacer el bien.
  • Para que podamos aprender de nuestros errores.
  • Para que podamos tener esperanza en un nuevo mañana.
  • Para que podamos aportar bondad y alegría a la vida y a los demás.

Nos deseamos unos a otros "¡Feliz Año Nuevo!". Pensamos en propósitos; formas en las que queremos hacerlo mejor. Queremos ser útiles, sentir la alegría que da cumplir todo aquello para lo que Dios nos ha dado tiempo.

Entonces... ¿qué dice la Biblia sobre el tiempo?

En la Biblia, el tiempo representa estados espirituales en nuestras vidas. Piensa en los 7 días de la creación, los 40 días y 40 noches de lluvia, los 20 años que Jacob trabajó para Labán, los 7 años de abundancia y 7 más de hambruna, o los 40 años en el desierto. Hay días de reposo, y años de reposo, cada séptimo año. En el quincuagésimo año, hay un Jubileo; un tiempo de reajuste y restauración. Las cosas que sucedieron en esas historias tomaron tiempo -- y los cambios que necesitamos hacer para nuestro renacimiento espiritual también toman tiempo.

He aquí una cita de Isaías que se refiere al tiempo:

"Antes de estar de parto da a luz, antes de que le venga el dolor ha dado a luz un varón; ¿ha dado a luz la tierra en un día? ¿nacerá una nación de golpe? ¿romperé [abriré] y no engendraré, y haré engendrar y cerraré [el vientre]?" (Isaías 66:7-9).

"¿Acaso la tierra ha parido en un solo día? ¿Ha de nacer una nación de golpe?". Es evidente que no. El arrepentimiento, la reforma y el renacimiento son etapas de un proceso que dura toda la vida. He aquí una descripción de parte del proceso a partir de Arcana Coelestia 2625:

"Podemos hacernos una idea de este proceso a partir de las experiencias de las personas que renacen. El Señor implanta en ellos las cualidades celestiales del amor y las cualidades espirituales de la fe, no de golpe, sino gradualmente. Cuando estas cualidades convierten nuestra mente racional en algo que está abierto a recibirlas, primero renacemos, en gran medida a través de luchas interiores en las que salimos victoriosos. Cuando esto ocurre, ha llegado el momento de despojarnos de nuestro viejo yo y revestirnos de uno nuevo. Para más información sobre el renacimiento de una persona, véanse los §§Arcana Coelestia 677, 679, 711, 848, 986, 1555, 2475."

En su obra "El amor en el matrimonio", Swedenborg ofrece también esta descripción:

"Las personas tienen conocimiento, inteligencia y sabiduría. El conocimiento tiene que ver con conocer algo, la inteligencia con comprenderlo y la sabiduría con vivirlo. La sabiduría vista como un todo es conocimiento, comprensión y vida a la vez. El conocimiento de las cosas es lo primero. A partir de ahí se construye la comprensión, y ambas construyen la sabiduría, que se produce cuando vives inteligentemente de acuerdo con las verdades que conoces. Así que la sabiduría tiene que ver tanto con el entendimiento como con la vida, juntos. Y se convierte en sabiduría cuando participa del entendimiento y, por tanto, forma parte de la vida, y finalmente es sabiduría cuando forma parte de la vida y, por tanto, forma parte del entendimiento". (Sobre el Amor Conyugal y Sobre el Amor Inmoral 130)

En el relato del Génesis, en el que Abraham envía a su siervo de confianza a su tierra natal en busca de una esposa para su hijo Isaac, aparece este versículo que, aunque a primera vista no lo parezca, encierra un significado muy relevante:

"Y salió Isaac a meditar en el campo hacia el atardecer, y alzó los ojos y miró, y he aquí que venían camellos". (Génesis 24:63)

Y aquí está el comentario sobre este versículo, y el anterior a él, de Arcana Coelestia 3200:

"Estos dos versículos describen la condición de la bondad en el plano racional, cuando espera la verdad que ha de unirse a ella como una novia a su esposo..... Es importante saber, sin embargo, que estas etapas no llegaron una sola vez, sino constantemente a lo largo de la vida del Señor en el mundo, hasta que fue glorificado. Lo mismo ocurre en las personas que se están regenerando, porque no renacen de una vez, sino constantemente a lo largo de su vida e incluso en la otra vida. Al fin y al cabo, nunca podemos llegar a ser perfectos".