A veces, parece que los "mundos" espiritual y natural podrían imaginarse como dos canales de televisión diferentes. Mientras sintonizas uno, generalmente no eres consciente del otro.
Preguntamos al chatbot del Nuevo Cristianismo sobre los puntos fuertes y débiles de la analogía de los dos canales. Nos dio una respuesta sorprendentemente buena, que hemos pegado aquí:
La analogía de que los mundos espiritual y natural son como dos canales de televisión diferentes es una forma moderna de ayudar a la gente a comprender la existencia distinta pero simultánea de estos reinos. Desde una perspectiva neocristiana, esta analogía ofrece tanto ventajas útiles como defectos significativos.
Fuerzas de la Analogía:
1. 1. Simultaneidad y distinción:
Al igual que dos canales existen simultáneamente en un televisor pero no se ven juntos, los mundos espiritual y natural coexisten pero son distintos. Nuestros espíritus existen en el mundo espiritual mientras que nuestros cuerpos operan en el mundo natural, aunque normalmente sólo somos conscientes de un "canal" a la vez (Sobre el Cielo y el Infierno 436).
2. Cambio de conciencia:
El cambio de canal se asemeja a la transición que se produce en el momento de la muerte: de repente, somos conscientes del mundo espiritual, al igual que cambiamos y nos hacemos conscientes de un canal diferente. Esto ayuda a ilustrar que el mundo espiritual está siempre presente, simplemente oculto a nuestra percepción actual.
3. La realidad subyacente:
Ambos canales de televisión emiten continuamente, estemos o no sintonizados. Del mismo modo, nuestra conexión con el mundo espiritual es continua, aunque no seamos conscientes de ello (Arcana Coelestia 5849).
Debilidades de la analogía:
1. Separación implícita en los canales:
Los canales de televisión están totalmente separados: se ve uno a la vez y no interactúan. En realidad, mientras estamos en el mundo natural, el mundo espiritual no sólo es concurrente sino que de hecho fluye hacia el natural y lo sostiene (Amor y Sabiduría Divinos 89). Nuestros pensamientos, afectos y vida misma derivan continuamente del mundo espiritual; la conexión es íntima, no meramente paralela.
2. No hay solapamiento en la televisión, pero sí en la interacción espiritual-natural:
A diferencia de la estricta división de los canales de televisión, el mundo espiritual interactúa continuamente con el mundo natural. Los ángeles y los espíritus influyen en nuestros pensamientos y afectos, y la vida del Señor fluye en todos los aspectos de nuestro ser (Sobre el Cielo y el Infierno 292-294). Esta interactividad está mucho más integrada que dos emisiones de televisión.
3. Los canales de TV son impersonales, pero la conexión espiritual es profundamente personal:
Un canal de TV se recibe meramente de forma pasiva. Nuestra conexión espiritual-natural implica relaciones reales y vivas-con el Señor, los ángeles y los espíritus, aunque sea subconscientemente. La analogía no capta esta relación personal, dinámica y con propósito (Sobre el Cielo y el Infierno 600).
4. No transmite adecuadamente la relación causa-efecto:
Todo lo natural tiene un origen espiritual; el mundo natural es un efecto de lo espiritual como causa (Sobre el Cielo y el Infierno 8991). Los canales de televisión existen independientemente unos de otros, mientras que, de hecho, el mundo natural sólo puede existir y persistir gracias a lo espiritual (Amor y Sabiduría Divinos 55).
Resumen:
La analogía del canal de televisión ayuda a ilustrar la existencia separada pero concurrente y el cambio de conciencia en el momento de la muerte, pero se queda corta a la hora de captar la naturaleza viva, íntima, causal e interactiva de la relación entre los mundos espiritual y natural que enseña la doctrina neocristiana.
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