¿Hipocresía o simulación?

Por New Christian Bible Study Staff (Traducido por computadora al Español)
     
Redware pottery jar, painted white rings, broken and repaired. New Kingdom. 31.5 cm, UC18432 (Petrie Museum)

A veces, cuando alguien no está a la altura de los estándares profesados, pensamos "hay otro hipócrita". ¿Es eso justo? La respuesta es: depende.

Todos nacemos con una mezcla de amores, algunos para cosas buenas y otros para cosas malas. Se supone que debemos evitar los males, es decir, dejar de hacerlos. Si dejamos de hacerlos, estamos esencialmente haciendo espacio para que el Señor fluya con buenos amores. Los buenos amores, a medida que fluyen, se convierten en el centro de nuestras nuevas vidas. Los amores malvados no se van del todo, pero se les empuja a un lado.

¿Esto sucede todo a la vez? No. Se necesita mucha práctica, un esfuerzo sostenido, para realmente desarraigar los amores más profundos. Si alguien está realmente tratando, por ejemplo, de dejar de tener mal genio, y fracasa, y pierde los estribos, ¿es un hipócrita? ¿Y si todavía se sienten muy enojados por dentro, pero están encubriendo eso, tratando de actuar con más paciencia? ¿Es eso hipócrita? En realidad no. Es una parte necesaria del proceso de aplastar los malos hábitos.

Es como el dicho, "finge hasta que lo consigas". Un nuevo término cristiano para esto es "simulación". En Marriage Love, Swedenborg escribe sobre la necesidad de simular el amor en el matrimonio, incluso cuando no lo sientes. Los sentimientos están destinados a ser una montaña rusa, y simular el amor ayuda a mantener el matrimonio cálido incluso cuando el sentimiento real puede no ser tan bueno.